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Ottawa dice no a una protesta que quería proyectar mensajes en la Embajada de Rusia

Un manifestante con la bandera ucraniana frente a la Embajada de Rusia en Ottawa.

Un manifestante con la bandera ucraniana frente a la Embajada de Rusia en Ottawa.

Foto: La Presse canadienne / Adrian Wyld

RCI

La ciudad de Ottawa, con el aporte de la policía local, decidió negar el permiso a una manifestación en la que un grupo local planeaba proyectar mensajes pro-ucranianos en la fachada de la embajada rusa utilizando un proyector de luz láser.

El grupo, que ha llevado a cabo manifestaciones periódicas frente a la embajada rusa en la capital canadiense desde que Moscú invadió Ucrania en febrero de 2022, había invitado al activista estadounidense Benjamin Wittes a Ottawa para participar en la manifestación programada para el 30 de septiembre.

Wittes, investigador en el organismo Brookings Institution en Washington, D.C., y editor del foro multimedia Lawfare, comenzó a proyectar imágenes y mensajes proucranianos en la fachada de la Embajada de Rusia en la capital estadounidense poco después de la invasión.

Desde entonces, ha llevado su espectáculo de luces láser a varias ciudades, proyectando sus imágenes en las embajadas rusas en varios países del norte de Europa, incluyendo Suecia, Finlandia y Noruega.

En octubre pasado, Wittes también viajó a Ottawa, donde proyectó en la fachada de la sede diplomática rusa mensajes que incluían frases como Crimea es Ucrania y Aquí trabajan los asesinos.

En un video de YouTube de ese evento, dos oficiales de la Real Policía Montada de Canadá llegaron después de unos 30 minutos. Aunque Wittes dijo que los oficiales no le ordenaron que suspenda la proyección de sus mensajes, él aceptó apagar el proyector en ese momento.

Sede de la Policía de Ottawa.

La Policía de Ottawa pidió a la ciudad que niegue el permiso a la manifestación porque considera que las acciones ante la embajada rusa planeadas por Wittes son ilegales.

Foto: Radio-Canada / Avanthika Anand

"Se trata de un delito"

Aunque esa visita anterior recibió poca atención a nivel local, el grupo de Ottawa esperaba traer a Wittes de regreso para que vuelva a proyectar sus mensajes este fin de semana. Al menos un miembro de ese grupo había anunciado el evento en las redes sociales.

El 25 de septiembre, otro miembro del grupo presentó a la ciudad en nombre de Wittes una solicitud de permiso para llevar a cabo una manifestación proyectando mensajes, señalando que se esperaba la participación de unas 75 personas que se reunirían frente a la embajada rusa a partir de las 6:30 p.m. hasta las 20:30 horas.

La solicitud contenía información detallada sobre Wittes y su proyección de mensajes mediante luces láser, incluyendo imágenes grabadas en eventos anteriores.

El solicitante compartió la misma información en un correo electrónico a un contacto en el Servicio de Policía de Ottawa.

El 26 de septiembre, el solicitante recibió una respuesta de James Macfarlane, coordinador de eventos especiales de la división de gestión de tráfico de la ciudad, informándole que debido a que no se habían cumplido los tiempos de procesamiento garantizados establecidos en los estatutos de la ciudad, no es operativamente viable proceder con un permiso para el derecho de vía en este momento.

Minutos después, el solicitante recibió una respuesta del oficial de policía Adam Elliott informándole que la policía de Ottawa había pedido a la ciudad que rechace esa solicitud porque considera que las acciones de Wittes ante la embajada son ilegales.

Esto es delito según el Código Penal 'si obstruye, interrumpe o interfiere con el uso, disfrute o la operación legal de la propiedad', escribió Elliott.

"No queremos infringir la ley"

En un correo electrónico dirigido al difusor público canadiense CBC el 27 de septiembre, el Servicio de Policía de Ottawa confirmó que aunque la ciudad es en última instancia responsable de emitir permisos, cada vez que los residentes soliciten permisos para cosas como una manifestación, la ciudad de Ottawa consulta con la policía para determinar cualquier problema de seguridad.

Nuestro oficial revisó la solicitud y determinó que el uso de láseres y luces por parte del organizador durante la manifestación podría constituir un delito penal.
Una cita de Servicio de Policía de Ottawa.

El martes, antes de enterarse de que la solicitud de permiso había sido denegada, Wittes dijo que si bien la posición de Canadá sobre sus eventos con luz láser sigue siendo turbia, él no tiene la intención de desobedecer las leyes locales.

Mire, si me ordenan no hacerlo, no lo haré. No voy a países para violar sus leyes, dijo Wittes.

Pero mientras nadie me diga que es ilegal y que no puedo hacerlo, asumiré que la sólida tradición de libre expresión en Canadá incluye la capacidad de ser desagradable para los diplomáticos extranjeros de una manera inofensiva.
Una cita de Benjamin Wittes, activista estadounidense pro ucraniano.

Según la opinión de un abogado canadiense consultado por Wittes, sus protestas no constituyen un delito, contrariamente a lo que afirma la policía de Ottawa.

El propio Wittes tampoco cree que su protesta contravenga la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que garantiza la inviolabilidad de las instalaciones de la misión diplomática, dijo a CBC.

Tres hombres sostienen un cartel en el que se lee "Free-libre-Ukraine".

Frente a la Embajada de Rusia, el alcalde de Ottawa, Jim Watson, acompañado por el encargado de negocios de la Embajada de Ucrania en Canadá, Andrii Bukvych, y el concejal Mathieu Fleury posan junto a un signo de señalización con los colores de la bandera ucraniana.

Foto: Radio-Canada / Rosalie Sinclair

Embajada de Rusia preocupada por lo que considera como provocación

La proyección de mensajes con luces láser llevada a cabo por Benjamin Wittes ha provocado diversas reacciones de las autoridades locales en los países donde estuvo, así como de parte de los diplomáticos rusos en las sedes diplomáticas a las que apunta.

Tanto en Washington como en Estocolmo, por ejemplo, los empleados de las embajadas han intentado borrar con sus propios focos de luz la imagen proyectada de una bandera ucraniana.

De hecho, me gusta alertar a los rusos antes de llegar, porque a menudo eso los llevará a gastar en focos y en otros equipos diseñados como contramedidas a lo que hago, dijo Wittes.

Cualquier dinero que puedo hacer que lo gasten para responder a lo que hago es una excelente manera de evitar que gasten ese dinero en bombas que matan a niños ucranianos.
Una cita de Benjamin Wittes, activista estadounidense pro ucraniano.

El 27 de septiembre, la embajada rusa en Ottawa dijo que se había enterado de la manifestación planeada a través de Facebook y que no había recibido ninguna advertencia ni de la ciudad ni del Servicio de Policía de Ottawa.

La Embajada de Rusia dijo que había enviado cartas tanto al Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá así como a la División de Seguridad Diplomática de la Real Policía Montada de Canadá sobre el evento.

Hemos expresado nuestra profunda preocupación por una posible provocación y hemos destacado que la luz láser podría dañar la salud de los empleados de la embajada, en particular la vista, escribió la embajada.

La Embajada de Rusia espera que las autoridades canadienses pertinentes tomen las medidas necesarias dentro de las obligaciones internacionales de Canadá en virtud de los artículos 22 y 29 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Hasta el miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá no había respondido a las preguntas de CBC sobre la protesta.

En una declaración atribuida a Phil Landry, director de gestión del tráfico de Ottawa, la ciudad capital aclaró este 27 de septiembre que los organizadores técnicamente no necesitan un permiso para protestar y que el derecho a manifestarse pacíficamente está comprendido en la Carta Canadiense de Derechos y Libertades. "

Sin embargo, tanto Wittes como un organizador local dijeron este miércoles que pospondrán el evento debido a la negativa de la ciudad.

Estoy decepcionada, dijo Kathryn Morneau, médica jubilada y miembro del grupo de protesta local. Como en general tenemos una relación amistosa con la ciudad y la policía, lo dejaremos así y, con suerte, podremos continuar con esto en otro momento, añadió.

Poco después de la invasión rusa, la ciudad de Ottawa cambió el nombre del tramo de calle frente a la embajada rusa, que pasó de ser la calle Charlotte a Free-Libre Ucrania, colocando ocho carteles con los colores de la bandera de ese país.

Fuente: CBC / A. Steele

Adaptación: RCI / R. Valencia

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