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Científicos recomiendan el cultivo de algas para luchar contra el cambio climático

Bosque de algas de la variedad conocida como quelpo.
Foto: Fournie par Jenn Burt
Los científicos y los productores de algas dicen que la provincia marítima de Terranova y Labrador podrían beneficiarse del cultivo de algas para combatir el cambio climático e impulsar su economía.
Esta provincia cuenta con más de 17.000 kilómetros de costa, la mayoría de los cuales no son aprovechados comercialmente. Allí ya crecen en abundancia variedades de algas del lugar que tienen un interesante potencial comercial.
Según Michael Teasdale, fundador de HoldfastNL, una empresa especializada en el cultivo de algas, existe una oportunidad interesante para que Terranova y Labrador se convierta en líder en la producción de algas
.
Además de crecer muy rápidamente, estas plantas acuáticas ofrecen muchas ventajas.
Es un cultivo verdaderamente sostenible que no requiere fertilizantes ni agua dulce. También promueve la creación de hábitats para peces y su reproducción.

Variedades de algas secas comestibles.
Foto: getty images/istockphoto / Plateresca
A esto se suma el enorme beneficio de que las algas absorben grandes cantidades de CO2 durante su crecimiento, convirtiéndose en sumideros naturales de carbono.
La reducción de los efectos del cambio climático se logra reduciendo el carbono [en la atmósfera], y las algas pueden absorber una gran cantidad de él.
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Cultivo de algas, una industria prometedora
Entre las algas con un potencial interesante, destaca el alga conocida como quelpo, afirma Michael Teasdale, que también es científico.
Esta alga puede ser utilizada como aditivo en productos alimentarios, de salud y de belleza. También sirve como fertilizante natural.
Es un cultivo muy durable, es carbono neutral, y probablemente incluso carbono negativo
, dice Michael Teasdale. No importa cómo utilicemos esta biomasa, ya sea sumergiéndola en las profundidades del océano o reemplazando los aditivos del maíz en los alimentos, reduciremos nuestra huella de carbono
.
Incluso las plantas procesadoras de pescado, que sólo operan durante la temporada de pesca, podrían ser adaptadas para servir como viveros y procesar algas el resto del año.
Un alga roja. El cultivo de algas ofrece muchas ventajas, como la captura de carbono.
Foto: Diane Hollett
Rachel Artuso, supervisora de instalaciones de acuicultura en el Instituto Marino y el Centro de Ciencias Oceánicas de la Universidad Memorial, en la ciudad de St. John 's, también está interesada en los beneficios del cultivo de algas.
Ella dirige un proyecto piloto destinado en particular a comprender las condiciones medioambientales propicias para el cultivo de algas en Terranova y Labrador, que difieren de las que se utilizan en otras partes de América del Norte.
Como parte de su trabajo, Rachel Artuso dice que pudo ver el potencial y las oportunidades que ofrecen las algas marinas.
Desde la perspectiva del cambio climático y la descarbonización, las posibilidades y el potencial son impresionantes.
Un ejemplo de alga comestible es el cochayuyo, un alimento clásico en la cocina chilena, especialmente en las zonas costeras.
El interés por este sector de actividad existe en otras partes del Atlántico. En mayo, la provincia de Nueva Escocia permitió a sus criadores de moluscos agregar la producción de algas a sus licencias de acuicultura.
La puesta en marcha de esta industria podría generar beneficios de casi 40 millones de dólares en los próximos años en Nueva Escocia.
Fuente: RC / CBC / A. Gear
Adaptación: RCI / R. Valencia