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[Reportaje] 50 años de exilio chileno: huellas en Toronto de una diáspora integrada

Una cooperativa de habitación y una calle son testigos de la presencia chilena en Canadá, el cuarto país de América y el quinto del mundo en albergar las mayores diásporas chilenas.

Une femme, Paz Humaña, de la coopérative d'habitation Arauco, s'appuie sur un saule. Un homme, Patricio Bascuñán, président de la Casa Salvador Allende de Toronto, se tient sous une enseigne dans la petite rue Salvador Allende de Toronto.

Paz Humaña, de la cooperativa de viviendas Arauco, se apoya orgullosa sobre un sauce que fue plantado cuando nació este proyecto habitacional en 1980. A la derecha, Patricio Bascuñán, presidente de la Casa Salvador Allende de Toronto, organización detrás de la iniciativa de calle que lleva el nombre del presidente chileno de izquierda.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martinez-Mendez

Paloma Martínez Méndez

La diáspora chilena no es la mayor comunidad de origen latinoamericano en Canadá, en términos de número, pero es la primera en llegar masivamente, y por tanto una de las más antiguas y sin duda una de las más firmemente establecidas en el país.

Hoy en día, en Canadá, casi 50.000 personas reivindican su origen étnico chileno, 15.000 de las cuales viven en Ontario, principalmente en Toronto.


Ce saule est aussi vieux que la coopérative Arauco. Il a été planté par les premiers résidents en 1980. Ampliar imagen (nueva ventana)

Este sauce es tan viejo como la cooperativa Arauco. Lo plantaron los primeros residentes en 1980.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martínez Méndez

Al abrir la puerta del patio comunitario de la cooperativa de viviendas Arauco de Toronto, Paz Humaña muestra orgullosa el sauce llorón, un árbol común en Chile, y los huertos de flores y hortalizas que cultivan los miembros.

Esta trabajadora social llegó a Canadá desde Chile en 1975, a la edad de 15 años, y cuenta que su familia fue una de las 50 primeras en vivir en la cooperativa, siendo su padre uno de los siete fundadores.

La cooperativa de viviendas Arauco fue inaugurada en septiembre de 1980 cuando llegaron los primeros miembros aquí, entre los que estaba mi familia. Mi abuela, mi bisabuela, mis padres y mis hermanos. Llegamos a una casa grande de cuatro dormitorios, donde todo el mundo cabía.
Una cita de Paz Humaña, residente y miembro del Consejo Administrativo de la cooperativa Arauco
La Chilienne Paz Humaña, de la coopérative d'habitation Arauco à Toronto, sourit en regardant la caméra. Derrière, des fleurs.

Paz Humaña

Foto: Radio-Canada / Paloma Martínez Méndez

El equipo fundador del proyecto de cooperativa estaba formado por un grupo de chilenos que habían llegado entre 1973 y 1975 a Toronto huyendo de la dictadura militar que fue impuesta en Chile luego del golpe que derrocó al presidente Salvador Allende.

Ya instalados en la metrópolis canadiense se fueron dando cuenta que la situación de la vivienda de la nueva comunidad de Toronto era bastante mediocre.

Vivíamos en edificios inadecuados, en sótanos húmedos, sin luz, demasiado pequeños, demasiado calurosos o demasiado fríos... lugares donde no estábamos acostumbrados a vivir.
Una cita de Paz Humaña, residente y miembro del Consejo Administrativo de la cooperativa Arauco

Así que este grupo de recién llegados chilenos propuso un proyecto de cooperativa, que fue aprobado por el gobierno canadiense. El municipio de Toronto les cedió un terreno industrial, que en su momento tenía poco valor.

Plusieurs maisons en rangée de la coopérative Arauco de Toronto.

Una imagen del tipo de viviendas de la cooperativa Arauco de Toronto.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martinez-Mendez

El barrio de Christie Pits, donde se encuentra Arauco, es una de las zonas más multiculturales de la ciudad, ya que siempre ha sido un lugar de acogida y transición para los inmigrantes.

También es uno de los barrios más cotizados de Canadá, gracias a su céntrica ubicación.

Calle Salvador Allende, un proyecto que tardó casi 20 años

No muy lejos de Christie Pits, en el distrito vecino de Davenport, se puede ver otra huella de los 50 años de presencia chilena en Toronto.

Ahí, en la esquina de la modesta allée Salvador Allende, Patricio Bascuñán nos esperaba entusiasmado.

Patricio Bascuñán montre le panneau portant le nom de Salvador Allende Court Street à Toronto, Canada.

Patricio Bascuñán muestra el letrero con el nombre de la calle Salvador Allende Court, en Toronto, Canadá.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martinez-Mendez

Este chileno-canadiense nos explicó que el proceso de dar nombre a esta pequeña calle comenzó hace más de 20 años, por iniciativa de los miembros del consejo de administración de la Casa Salvador Allende de Toronto.

Para ellos, era importante que su ciudad natal, que acogía a miles de exiliados chilenos, reflejara los ideales de Allende.

Salvador Allende fue el responsable de la transformación de Chile y muchos de los que apoyamos ese proceso estamos exiliados aquí. Si nuestros hijos, hijas y nietos se preguntan quién fue Salvador Allende, el nombre de esta calle será una especie de deber de memoria para todas las generaciones futuras.
Una cita de Patricio Bascuñán, presidente de la Casa Salvador Allende de Toronto

La mayoría de los miembros de la Casa Salvador Allende tuvieron que abandonar su país por razones políticas tras el golpe de Estado contra este presidente de izquierdas. El propio Patricio Bascuñán huyó en 1977.

Europa está llena con su nombre, escuelas, museos, avenidas, calles, puertos e impresionante lo encuentra por todos lados, no solamente nombre, sino que estatuas. Todo tipo de manifestaciones culturales en torno a él y nunca encontrarás nunca algo de Pinochet nunca.
Una cita de Patricio Bascuñán, presidente de la Casa Salvador Allende de Toronto
Le Chilien Patricio Bascuñán au coin de la petite rue Salvador Allende Court de Toronto.

Patricio Bascuñán en la esquina de la pequeña calle Salvador Allende Court de Toronto.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martinez-Mendez

Sin embargo, aunque esa fuera la realidad en otras partes del mundo, sobre todo en Europa, los impulsores del proyecto en Toronto tuvieron que demostrar que era legítimo honrar al ex presidente chileno con una calle en su nombre en la principal ciudad de Canadá y además ¡encontrar una calle!

Todo el mundo nos decía que necesitábamos una nueva calle. En 2012, nos presentaron un proyecto de unas cincuenta viviendas y una calle totalmente nueva. La calle daría a la calle Ossington, por donde pasan tres autobuses.
Una cita de Patricio Bascuñán, presidente de la Casa Salvador Allende de Toronto

Cuecas y empanadas

El carácter animado de la calle Ossington los convenció así como la proximidad de la cooperativa Arauco y de los comercios latinoamericanos.

En septiembre de 2017 se hizo la inauguración oficial ahí mismo en la calle, con la presencia de unas 300 personas y con empanadas y vino tinto. "Salvador Allende decía que su revolución tendría sabor a empanadas y vino tinto", recuerda Bascuñán.

Un homme âgé et un homme plus jeune (cinquantaine). Il s'agit de Don Kiko Clavero et son fils Paulo, des voisins de la coopérative d'habitation Arauco, au cœur du coeur  de Toronto. Ils ont fait partie des premières familles résidentes d'Arauco. Plusieurs autres membres de leur famille, qui compte aujourd'hui trois générations, y vivent également.

Don Kiko Clavero y su hijo Paulo son vecinos de la cooperativa de habitación Arauco en pleno centro de Toronto. Ellos también, como Paz Humaña fueron de las primeras familias residentes. Varios otros miembros de su familia, que consta hoy de tres generaciones, viven también ahí.

Foto: Radio-Canada / Paloma Martinez-Mendez

De vuelta a la cooperativa de viviendas Arauco, Paz Humaña también habla de empanadas, para ilustrar el fuerte sentido de comunidad e identidad que ha dado lugar a este espacio de vida tan valioso para ella.

Para esta chilena-canadiense, la cooperativa representa un oasis para defender el derecho a la vivienda, gracias en parte a los bajos alquileres. Pero Arauco es también un refugio donde se preservan la cultura y la identidad de origen de más de 50.000 canadienses con raíces chilenas.

Haber construido un lugar como este, vivir en comunidad, escuchar cuecas en los patios y tener siempre empanadas para las celebraciones, todo esto preserva nuestra cultura. Nuestra lucha es mantener nuestro lugar de residencia, para nuestros hijos, para nuestros nietos.
Una cita de Paz Humaña, residente y miembro del Consejo Administrativo de la cooperativa Arauco

En noviembre, Paz Humaña será abuela por primera vez. Su hijo también vive en la cooperativa.

"Una nueva generación llega a Arauco", dice orgullosa.


Durante todo el mes de septiembre 2023, el equipo latinoamericano de RCI publicará reportajes relativos al 50 aniversario del exilio chileno en Canadá. Consulte la serie de reportajes aquí:

Paloma Martínez Méndez

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