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[Reportaje] 50 años del exilio chileno: una comunidad que se une ante la adversidad
Hugo Cerpa y Marcos Uribe llegaron a Canadá en 1976. Se instalaron en Calgary y Vancouver, respectivamente. Los dos chilenos han sido testigos de cómo su comunidad se ha movilizado en respuesta a las adversidades que ha vivido su país de origen. Son casi 50 años que llevan viviendo en Canadá, pero siguen teniendo a Chile en su corazón. Hoy comparten esa experiencia con sus hijos y nietos.

Chilenos-canadienses reunidos en Calgary durante las manifestaciones antigubernamentales que se llevaron a cabo en Chile en 2019.
Foto: Facebook / Van4Chile
Hugo Cerpa llegó a Canadá en julio de 1976. Nunca pensó que tendría que dejar Chile, pero la represión de la dictadura de Pinochet lo expulsó de su país, no sin antes apresarlo. Fue de los afortunados que fue liberado, pero aseguró que lo que vivió es “una experiencia que no se olvida”.
Una persona me preguntó hace poco cómo superé todo lo que viví en la dictadura y yo le respondí: ‘la verdad es que no se supera. Uno aprende a vivir con ello’
Vive desde hace 46 años en Calgary, Alberta y allí, con su entonces esposa, tuvo a su única hija, quien tiene ahora 42 años. Tiene dos nietos ya adolescentes. Tres generaciones que comparten una herencia en tierras canadienses cada vez que pueden, entre música, sabores, activismo e incluso dolor, y que buscan unirse cada vez que Chile vive una adversidad.
Como la mayoría de los casi 13 000 chilenos que se instalaron en Canadá entre 1973 y 1978, Cerpa participó políticamente y de forma militante dentro de la comunidad, movilizada durante años para denunciar lo que ocurría en Chile bajo la dictadura de Augusto Pinochet. Era entonces una comunidad unida, cohesionada, con actividades prácticamente semanales, no solo en pro de ayudar a los chilenos en Chile, sino también para sentir algo de lo que había dejado en su país de origen.
Todo esto perduró hasta el fin de la dictadura. Después de eso muchos compañeros volvieron a Chile y algunos de ellos regresaron a Canadá, porque tampoco se hallaron allá. Las cosas fueron cambiando gradualmente. Todo se aquietó. Claro que aún existen varias organizaciones, pero no son lo que eran en la época de los setenta y ochenta. Aun así, seguimos teniendo organizaciones.
Manteniendo las tradiciones, a pesar de la dispersión
Cerpa es el presidente de la Asociación Chileno-Canadiense de Calgary, la ciudad más poblada de Alberta. En esta provincia viven más de 7000 personas que declararon en el censo de 2021 tener origen chileno. La asociación cuenta con un local en el que hacen un almuerzo casi todos los sábados. Además, algunos grupos folclóricos ensayan en el local y el espacio es arrendado también para celebrar otro tipo de actividades, como cumpleaños.

Hugo Cerpa llegó a Canadá en 1976. Hoy comparte su cultura con sus nietos, también chilenos canadienses.
Foto: Facebook / Captura de pantalla - María Gabriela Aguzzi
La actividad política y la militancia se ha ido dejando a un lado, según Cerpa, salvo cada 11 de septiembre y cada 18 septiembre, días que conmemoran el aniversario del golpe de Estado a Allende y las fiestas patrias, respectivamente.
La verdad es que siempre ha habido algún tipo de división. Desde que llegamos ha habido grupos con diferentes perspectivas. Pero antes siempre había algo que se hacía en conjunto. Pero luego, cuando bajó la actividad, la unión también bajó. Yo creo que la comunidad hoy día está dispersa. Pero cuando hay alguna situación de emergencia, como el estallido social, el terremoto o incendios, vemos que la gente dice presente”.
El chileno-canadiense, quien aprovechó la entrevista para agradecer la oportunidad que le dio Canadá para venir hace casi 50 años, cree que parte del problema que vive actualmente la comunidad chilena de Calgary es que aunque la gente participa en las actividades, no asume responsabilidades.
"Los viejos vivíamos una actitud militante. Era casi un deber. Hoy en día, la mayoría de la gente si, por ejemplo, hay que hacer un evento, se siente identificada y quiere participar. Pregunta qué hay que hacer y adónde hay que ir. Pero antes, la gente estaba disponible para la actividad y para más. Es decir, había una estrategia. Eso hoy no existe", aseguró a RCI.
Creo que la comunidad chilena va a seguir existiendo y va a seguir teniendo actividades, pero va a tener un carácter diferente. Antes, todo el mundo se identificaba de una u otra manera y nos unía con mucha fuerza el rechazo a Pinochet. En Calgary hay esposas, hijos e hijas de personas desaparecidas, de personas que asesinaron y ese recuerdo se mantiene con mucha fuerza, pero en términos numéricos es pequeño, reiteró.
"Una memoria muy trágica"
Marcos Uribe, como Hugo Cerpa, llegó a Canadá en 1976, pero antes de instalarse en Vancouver vivió con su padre en Saskatoon, Saskatchewan. Es el mayor de los hermanos y aunque apenas tenía 14 años cuando salió de Chile, sus padres decidieron enviarlo a territorio seguro porque estaba siendo perseguido por la dictadura. "Es una memoria muy trágica", dijo.
Después del golpe de Estado, mi padre estuvo detenido nueve meses en La Serena. Vivió una masacre: la infame caravana de la muerte, y después se fue a la Argentina. Pidió refugio de las Naciones Unidas y de ahí nos trajeron a Canadá
Pasado un tiempo en Saskatoon, Uribe y su padre se mudaron a Vancouver, Columbia Británica, donde finalmente pudieron reunirse con su madre y sus hermanos. Ahora es padre y también abuelo y comparte con su familia y amigos el amor que siente por el país que lo vio nacer, en especial a través de la música.
Marcos Uribe con su padre, un sobreviviente de la llamada Caravana de la muerte, cuando ambos llegaron a Canadá, en 1976.
Foto: Cortesía / Marcos Uribe
Uribe fue de los chilenos que intentó volver tras el fin de la dictadura. Explicó que fueron muchos los compañeros que intentaron vivir en el país suramericano luego de 199. Volver siempre fue su esperanza, dijo a RCI, pero el país que lo recibió ya no era el mismo. La opción fue entonces regresar a Vancouver, pero esta vez con una perspectiva diferente, de echar finalmente raíces.
Aquí los chilenos siempre estuvimos con las maletas bajo la cama, esperando la vuelta a Chile. Pasaron 17 años y así estuvimos. Durante esos 17 años, lo que más movilizó a la comunidad chilena fue la solidaridad con Chile, así como la denuncia de la violación de los Derechos Humanos, la denuncia de los crímenes Pinochet.
Trabajar por la unión
Como su coterráneo chileno-canadiense de Calgary, Uribe ha visto la transformación de una comunidad que se mantuvo por más de una década activa, pero que con el pasar de los años se ha ido transformando hasta convertirse en lo que es hoy, una comunidad que se une cuando Chile así lo requiere, en sus propias palabras.
Uribe es reflejo de ello. En 2019, cuando Chile fue escenario de fuertes protestas antigubernamentales, creó junto con otros chilenos la organización Van4Chile, "con el objetivo de denunciar la violación de los Derechos Humanos que había entonces con el gobierno de (Sebastián) Piñera".

Marcos Uribe creó Van4Chile en 2019 cuando se registraron en su país de origen manifestaciones antigubernamentales. Ahora la organización se dedica a promover la cultura chilena.
Foto: RCI / Captura de pantalla - María Gabriela Aguzzi
Pasado el episodio del estallido social, Van4Chile se transformó en una organización que promueve la cultura chilena en Vancouver, en la que participa, además, una nueva generación de chilenos. "Esa segunda generación, los hijos de los que llegamos en los setenta, que tienen ahora 30 o 40 años", explicó.
La comunidad chilena puede estar unida en momentos específicos. Existe cierta cohesión de acuerdo con lo que se vaya a hacer, de acuerdo con las necesidades. Creo que es necesario unirla más y por eso estamos en comunicación con el Consulado de Chile en Vancouver para trabajar en ello (...) Queremos mantener nuestra identidad cultural.
Victorias
De acuerdo con el censo de 2021, en Canadá viven más de 45 000 chilenos. Según las estadísticas oficiales, Quebec y Ontario son las provincias con las comunidades chilenas más grandes del país (más de 14 000 en ambas).
Aunque a sus ojos la comunidad chilena podría estar más unida, para ambos chilenos-canadienses las tradiciones se mantienen y esto es un elemento importante.
Cerpa celebró el hecho de que sus nietos se digan chilenos, aun cuando nacieron y crecieron en Canadá. Explicó que esa tercera generación siente una conexión profunda con elementos culturales y deportivos del país de origen de su abuelo. Sin embargo, reconoció que también hay otros factores que no sienten como suyos o códigos que no manejan. Pero eso no es necesariamente negativo, sino la realidad de los hijos de los inmigrantes que adoptan lo mejor de dos culturas o más.
Uribe, por su parte, se regocija ante el hecho de que su hijo tenga su mismo amor por la música chilena, porque cree que es ésta la vía para mantener esas tradiciones que él ha incentivado durante casi cinco décadas.
Actividades de conmemoración

Parte de las actividades que se llevarán a cabo en Vancouver para conmemorar el 50 aniversario del golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende.
Foto: Cortesía / Van4Chile
Durante el mes de septiembre, tanto en Vancouver como en Calgary, los chilenos están realizando actividades para conmemorar el 50 aniversario del golpe contra el gobierno de Salvador Allende.
En Calgary, el domingo 10 de septiembre, a las 6 pm, se realizará un acto en el centro comunitario de la Asociación de Chilenos-Canadienses. En éste habrá discursos que se realizarán en inglés, para incluir a los canadienses que han trabajando en solidaridad con el pueblo de Chile
, se lee en la convocatoria de prensa para el evento.
Mientras tanto, en Vancouver, el 11 de septiembre, a las 6:30 pm, se realizará una ceremonia en homenaje a los desaparecidos. El evento es organizado por la Cooperativa de Vivienda Chilena y Van4Chile.