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Estudio canadiense revela que alimentos frescos pueden contaminarse por sus etiquetas

FILE - In this May 10, 2020 file photo, a shopper pushes his cart past a display of packaged meat in a grocery store in southeast Denver.  U.S. wholesale prices jumped 0.4% in September as food costs rose by the largest amount since May. The Labor Department said Wednesday, Oct. 14,  that the September increase in its producer price index, which measures inflation before it reaches the consumer, followed a 0.3% rise in August and a 0.6% surge in July which had been the biggest monthly gain sinc

Los investigadores analizaron una amplia gama de alimentos frescos envasados disponibles en Canadá.

Foto: AP / David Zalubowski

RCI

Los alimentos frescos que se venden en Canadá están contaminados por una sustancia química que figura en las etiquetas de los envases, según revela un estudio realizado por un investigador de Montreal.

El bisfenol S (BPS) se utiliza para sustituir al bisfenol A, restringido en Canadá por su asociación con el cáncer de próstata y de mama.

El BPS es también un disruptor endocrino, una sustancia química que imita el efecto de las hormonas humanas.

"Con todo el movimiento para deshacernos del bisfenol A en aplicaciones cercanas a nuestros alimentos, encontrar el primo bisfenol S con una frecuencia tan alta en todas partes nos sorprendió mucho", admitió el profesor Stéphane Bayen, del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Agroquímica de la Universidad McGill.

Los investigadores analizaron una amplia gama de alimentos frescos envasados disponibles en Canadá, desde carnes y productos de panadería hasta quesos y verduras.

Encontraron concentraciones relativamente altas de BPS en etiquetas y pegatinas en las que se imprimen códigos de barras o precios por transferencia térmica. La cantidad encontrada era muy superior al valor límite de la Unión Europea para sustancias procedentes de envases que entran en contacto con alimentos.

Es fácil imaginar que los alimentos podrían haberse contaminado por una etiqueta colocada directamente sobre ellos, como en el caso de algunas frutas y verduras. Sin embargo, ni siquiera la fina película de plástico que recubre algunos alimentos es suficiente para evitar que el BPS contenido en la etiqueta contamine el alimento.

"Se ha demostrado que estas finas películas no actúan en absoluto como barrera", afirmó el profesor Bayen. Lo que hay en las etiquetas va a llegar a los alimentos.

Selena Montes Alvarado colle des étiquettes sur des emballages de poisson.

Es posible que los alimentos se contaminen por una etiqueta colocada directamente sobre ellos, como en el caso de algunas frutas y verduras. Sin embargo, esto también puede ocurrir cuando se envuelven en una fina película de plástico.

Foto: Radio-Canada / Lambert Gagné-Coulombe

En cambio, el equipo apenas encontró BPS en las películas, los absorbentes y las bandejas de plástico.

Un estudio publicado en 2020 por investigadores estadounidenses había demostrado, en experimentos con ratones, que el BPS puede atravesar la barrera placentaria e interferir potencialmente en el desarrollo del cerebro del bebé.

En concreto, los investigadores detectaron una reducción de casi 80% en la concentración de serotonina en la placenta y un aumento de tres a cinco veces en el nivel de dopamina. La serotonina y la dopamina son dos neurotransmisores que intervienen en el desarrollo del cerebro.

Canadá no regula el uso de la BPS. Sin embargo, el proyecto de ley S-5, que modernizaría considerablemente la Ley canadiense de protección del medioambiente, propone cambios muy esperados por diversos grupos ecologistas. La ley dicta la forma en que el gobierno federal regula los productos químicos tóxicos y otros contaminantes con el fin de proteger el medioambiente y a las personas de sus efectos nocivos.

4 bocaux en verre remplis d'aliments : noix, biscuits, carottes

Etiquetar los alimentos en contenedores de vidrio podría ser una solución.

Foto: La Presse canadienne / CHAD HIPOLITO

"Lo que realmente queremos insistir es en que no volvamos a cometer el mismo error", afirmó Bayen. "Sustituimos el BPA por el BPS, y ahora nos encontramos en una situación en la que vamos a tener que encontrar un sustituto, y realmente queremos asegurarnos de que no se sustituye por algo que volverá a estar en nuestro radar dentro de unos años".

La única forma de protegernos del BPA o el BPS sería favorecer otro tipo de materiales para los envases de alimentos, como el vidrio, que es completamente inerte, o el metal.

Del mismo modo, al comprar carne o pescado, el consumidor no tendría nada que perder si proporcionara su propio recipiente o envase (como el papel de aluminio) y pidiera que le pusieran la etiqueta.

Las conclusiones de este estudio se publicaron en la revista Environmental Science & Technology (nueva ventana) (en inglés).

Fuente: La Prensa Canadiense | Radio Canadá

Adaptación: RCI | M.G. Aguzzi

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