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La discriminación por el color de la piel en la comunidad afrodescendiente

Diane Gistal.

"En el cine y la televisión, la mayoría de los afrodescendientes que se ven en pantalla tienen la piel más clara y los rasgos más finos". Diane Gistal, fundadora y directora de Nigra luventa.

Foto: Radio-Canada / Karim Ouadia

RCI

El colorismo, que es la discriminación basada en el tono de la piel, es algo poco conocido pero muy presente en la comunidad afrodescendiente en Canadá.

Esta jerarquización en función del color de la piel proviene de diversos elementos. Uno de ellos es el colonialismo religioso, según Diane Gistal, comisaria de arte, fundadora y directora de la organización Nigra luventa en Montreal. Ella apunta a la sacralidad blanca.

Hay que remontarse a la época en que este imperialismo religioso llegó a los países africanos, sobre todo con los retratos de un Jesús blanco y una ideología del infierno negro, así como la esclavitud, explicó Gistal, insistiendo en la necesidad de examinar la historia de esta jerarquización social para comprender mejor la discriminación intracomunitaria.

Otro elemento, según ella, fue la aparición de niños mestizos, conocidos como mulatos, que solían nacer en aquella época de la unión de un hombre blanco, generalmente un terrateniente, con una esclava negra.

Cabe señalar que el término mulato es peyorativo. Proviene de la palabra mula, que es el animal que nace del cruce entre una yegua y un burro.

La gente no es consciente de la etimología de estos términos y se nos ha condicionado a pensar que hay algún tipo de privilegio en ser mulato, en tener la piel más clara, en ser mestizo para parecerse más a los amos.
Una cita de Diane Gistal, fundadora y directora de Nigra luventa.

Ella explica que este fenómeno está muy presente en las sociedades que han surgido de la colonización, como es el caso de Martinica y Guadalupe. Se puede ver incluso en la forma en que la gente se nombra a sí misma, reapropiándose de una clasificación jerárquica.

La discriminación también existe entre nosotros, admite Ismaïl Mbonigaba, originario de Ruanda y que actualmente es periodista y columnista en una radio comunitaria en Montreal.

La discriminación no siempre se basa en el color de la piel. Por ejemplo, los afrodescendientes de África continental se refieren a los haitianos como hijos de esclavos, mientras que éstos, a su turno, los consideran inferiores. Sin embargo, los entrevistados no lo expresan en términos concretos.

Ismaïl Mbonigaba.

"La discriminación también existe entre nosotros", admite Ismaïl Mbonigaba.

Foto: Radio-Canada / Karim Ouadia

Lo que no se dice

Lo que no se dice se debe a que estas relaciones no se viven fácilmente dentro de la misma comunidad. Los conflictos étnicos en los países de origen se trasladan al país de acogida, donde el colorismo se manifiesta de forma insidiosa.

Mbonigaba cuenta la historia de un amigo haitiano residente en Canadá que sufrió esta forma de discriminación. Su familia se opuso a su matrimonio con una mujer haitiana de piel más oscura.

Sin que sus familiares lo sepan, el amigo haitiano le pidió a su prometida que se encuentren en Puerto Príncipe, la capital haitiana, para llevar a cabo un matrimonio civil celebrado en la clandestinidad.

Por su parte, Diane Gistal relata la experiencia de su hermana menor. Mi hermana pequeña y yo tenemos exactamente los mismos rasgos. Tenemos 11 años de diferencia, pero yo tengo la piel más clara que ella. Lo que tuvo que vivir mi hermana menor es completamente distinto a mi experiencia, dice.

En la escuela ella fue más discriminada. Le hacían comentarios sobre su cabello rizado, en términos despectivos, explicó Gistal, quien añadió que incluso dentro del círculo familiar había una actitud diferente hacia ella en comparación a su hermana.

En el cine y la televisión, la mayoría de los afrodescendientes que se ven en pantalla tienen la piel más clara y los rasgos más finos. Cuando se quiere representar a la gente negra, primero se van a interesar en estas personas porque se las considera como el estándar de belleza.
Una cita de Diane Gistal, fundadora y directora de Nigra luventa.

Según Gistal, esto da la impresión de que son personas más inteligentes sólo por esos rasgos físicos.

Se busca aclarar la piel

Ante el peso de esta discriminación, muchas personas negras, sobre todo mujeres, se sienten obligadas a tratar de aclarar su piel.

Es una cuestión de autoestima, afirmó Arlette Josué, una presentadora de radio comunitaria de origen haitiano que se declaró orgullosa de su color de piel.

No hay que mentirse, hay personas que van a decir 'me habría gustado ser una persona blanca'.
Una cita de Arlette Josué, presentadora de radio comunitaria de origen haitiano.

Es algo que va mucho más allá de la autoestima o la estética, explicó Diane Gistal, que también se cuidó de no juzgar a las personas que quieren tener una piel menos oscura.Hace parte de un intento de sobrevivir, añadió.

En el mercado laboral, las personas de piel más clara tienen más posibilidades de encontrar trabajo, opina Gistal. Lo mismo ocurre en el mercado matrimonial.

Las personas de piel más oscura, sobre todo las mujeres, sentirán que no encajan en los criterios de belleza de su propia comunidad, afirmó Gistal.

También explicó que las personas de piel más clara dentro de una misma comunidad tienden a juzgar a quienes se aclaran la piel. Para ellas es más fácil adoptar esa posición porque no experimentan esa discriminación, porque no tienen que enfrentarse a esa realidad, añadió.

Arlette Josué.

"Decimos que este sistema nos está devorando porque somos negros, pero también nos comemos entre nosotros", dice Arlette Josué, presentadora de radio comunitaria en Montreal.

Foto: Radio-Canada / Karim Ouadia

Un tema que sigue siendo tabú

Hay que llamar a las cosas por su nombre. Existe un complejo frente a la comunidad blanca, afirmó François Munyabagisha, un autor nacido en Ruanda y establecido en Canadá. Es cierto que hablamos poco de este tema, que es un poco tabú, añdió

Vivimos en la negación. No se puede decir que la persona racializada o negra también participa en esta discriminación, afirmó.

Munyabagisha señala que los miembros de su comunidad también se resisten a hablar de estos conflictos basados en la discriminación étnica. Estamos contribuyendo a la discriminación de las personas negras, destacó el autor del libro Ruanda: ¿Por qué nuestros sepultureros son vuestros héroes?

En ese libro, el autor presenta su versión sobre el sangriento conflicto entre tutsis y hutus que estalló en los años 90 y que llevó al genocidio en Ruanda, uno de los episodios más mortíferos de la historia reciente de África en el que militares, policías y milicianos hutus asesinaron a entre 500.000 y 800.000 personas de la minoría tutsi, así como a hutus y batwas moderados.

Arlette Josué reconoció que el colorismo es un tema difícil de abordar. Esto se debe a que queremos mantener una determinada imagen frente a otras comunidades que nos miran, afirmó, lamentando al mismo tiempo la falta de unidad entre las personas negras.

Decimos que este sistema nos está devorando porque somos negros, pero también nos comemos entre nosotros. Somos mucho más malvados entre nosotros.
Una cita de Arlette Josué, presentadora de radio comunitaria de origen haitiano.

Según Ismaïl Mbonigaba, es hora de que los afrodescendientes se liberen de los tabúes nombrando este mal que corroe a la comunidad. Es hora de avanzar. No se puede protestar contra el racismo de los blancos cuando al mismo tiempo sometemos a nuestra propia comunidad a la misma discriminación, concluyó.

Fuente: RC / K. Ouadia

Adaptación: R. Valencia

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