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COP15: Una nueva generación de activistas exige ser escuchada

Tres jóvenes manifestantes.

Ashley Torres, Albert Lalonde e Isabelle Grondin Hernandez, activistas por la justicia climática, participan en la COP15 para tratar de hacerse escuchar.

Foto: Radio-Canada / Étienne Leblanc

RCI

En momentos en que se lleva a cabo en Montreal la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, varios activistas medioambientales acudieron al evento para hacer oír su voz. Aunque son ardientes defensores de la biodiversidad, no todos tienen la misma opinión sobre cómo librar la batalla.

Ashley Torres, activista de 26 años por la justicia climática, trabaja de manera voluntaria en el Colectivo de la Rata Almizclera, una de las muchas organizaciones de la sociedad civil que participan en la COP15, que se celebra del 7 al 19 de diciembre.

Ella organiza la llegada de 70 delegados indígenas y miembros de la diversidad procedentes de América del Norte. Se trata de poblaciones, dice ella, que se ven desproporcionadamente afectadas por el cambio climático y los problemas de biodiversidad.

A pesar de las decepciones de reuniones anteriores y de la lista de compromisos incumplidos, Ashley y cientos de personas más tienen algo de esperanza en esta COP15 sobre biodiversidad, una conferencia que se lleva a cabo cada dos años y que, por tanto, es menos conocida que las conferencias habituales sobre cambio climático.

La última Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, la COP27 que se llevó a cabo en Egipto fue decepcionante en muchos sentidos, pero sigue siendo un espacio de convergencia en el que todas las partes tienen voz, dijo el director de proyectos de la Fundación David Suzuki, Albert Lalonde, que con sólo 20 años ya tiene acumulada una buena experiencia de activismo medioambiental.

Salmones muertos en un río que se ha secado.

La crisis del calentamiento global, impulsado por el uso de los combustibles fósiles y las empresas petroleras, está devastando la biodiversidad en el planeta. Salmones muertos en un río que se ha secado.

Foto: Sarah Mund

La indígena mohawk Sha'teiohseriio Patton también cree en la importancia del trabajo de las organizaciones de base, pero considera que los miembros de la sociedad civil que participan en las COP pueden hacer una diferencia. Patton acaba de regresar de la COP27, que se llevó a cabo en Sharm el-Sheikh, Egipto, donde hizo parte de una pequeña delegación de la reserva indígena de Kahnawake, que se encuentra en la provincia de Quebec.

Éramos solamente siete personas, pero fuimos capaces de ocupar un espacio en la COP. El mero hecho de poder estar presentes en este tipo de eventos, aunque sea como organización de base, altera el orden de las cosas y aporta nuevas ideas, afirmó la joven indígena de 23 años, quien estudió psicología en la Universidad de Stanford, en California.

En Canadá, como en otras partes del mundo, las comunidades indígenas están sufriendo de lleno la pérdida de la biodiversidad. Las comunidades innu de la costa norte han pedido recientemente al gobierno de Quebec la creación de una zona protegida para el caribú de bosque. En Kahnawake, la expropiación de tierras y la construcción de la vía marítima del río San Lorenzo en la década de 1950 privaron a miles de residentes del acceso al río y a un modo de vida propio de la cultura indígena, explicó Sha'teiohseriio Patton.

Participantes en la COP27.

La mohawk Sha'teiohseriio Patton participó en la COP27, que se llevó a cabo en Sharm el-Sheikh, Egipto.

Foto: Reuters / Mohamed Abd El Ghany

¿Interrumpir o no interrumpir la COP15?

Los problemas son urgentes, coinciden los activistas. Y para hacerse oír, el colectivo que reúne a 67 asociaciones está organizando diversos eventos a lo largo de la COP15, incluyendo una gran marcha por las calles de Montreal el 10 de diciembre.

Otros activistas piden el boicot total o el bloqueo del evento. Es el caso de la Coalición Anticapitalista y Ecologista contra la COP15, que no reveló cómo lo está intentando. Lo dejamos en manos de las personas implicadas en esta idea, afirmó en una entrevista Yoland Lamarre, miembro de la coalición y estudiante de la Universidad de Quebec en Montreal.

La coalición, que agrupa tanto a estudiantes como a activistas comunitarios y sindicales, organizará esta semana una serie de manifestaciones en el centro de la ciudad y en el Palacio de Congresos, sede de la conferencia.

La COP15 sería ineficaz e incluso peligrosa, según Yoland Lamarre. Ninguno de los objetivos establecidos en Aichi para frenar la pérdida de hábitats naturales, fijados en la COP10 de Nagoya, Japón, se ha cumplido, explicó la estudiante, citando un demoledor informe de la ONU publicado en 2020.

¿Cuestionaremos la eficacia de la COP15 cuando los osos polares se hayan extinguido?
Una cita de Yoland Lamarre, activista y estudiante de la Universidad de Quebec en Montreal.

Aunque los militantes de la protección de la biodiversidad dicen respetar las tácticas de los demás, desde las más combativas a las más moderadas, Ashley Torres cree que sigue siendo beneficioso influir en el curso de los acontecimientos desde dentro y permitir que los jóvenes estén en la mesa de negociaciones.

En cierto modo, es una posición privilegiada poder decir ‘a la mierda la COP15’. Respetamos a los demás grupos, pero nos pisamos las mangueras los unos a otros aunque no lo queramos, explicó la joven que creció en Colombia.

Una manifestación en la Conferencia de la COP15 en Montréal.

Una manifestación en la Conferencia de la COP15 en Montréal.

Foto: Radio-Canada / René Saint-Louis

La depresión pospandémica

En los últimos meses, activistas ecologistas han sido noticia en Europa por rociar sopa o puré sobre obras de arte en museos. ¿Hay un renacimiento del activismo medioambiental?

Ashley Torres no cree que ese sea el caso y que lo que hay es una permanencia del movimiento. En Quebec, tenemos una historia: el proyecto Energy East fue bloqueado por activistas en 2016, el proyecto de gasoducto LNG Quebec. Esto demuestra que en Quebec hay presión desde hace varios años, afirmó la cofundadora de la Coalición de Estudiantes por un Cambio Medioambiental y Social.

El desafío ahora es movilizar de nuevo a los jóvenes. La pandemia, señala Albert Lalonde, ha estancado un movimiento que cobró fuerza desde las protestas de septiembre de 2019, cuando más de medio millón de personas marcharon en Montreal en defensa del clima junto a la activista sueca Greta Thunberg. Ese impulso se ha perdido, según Lalonde.

Nuestra base estaba en la universidad, y durante un tiempo, durante la pandemia, estábamos en Zoom, dice la joven activista, que hasta hace poco era estudiante de Derecho en la Universidad de Quebec en Montreal.

Ashley Torres y Albert Lalonde hablan de la fatiga de los activistas. Ambos abandonaron sus semestres por falta de tiempo para completar todos sus proyectos. Cuando eres joven, no conoces tus límites, puede llegar a ser muy poco saludable. Mi pareja y yo somos activistas climáticos. Ocupa mucho espacio en nuestras vidas e intentamos encontrar un equilibrio, dijeron los jóvenes defensores del medioambiente.

Fuente: RC / L. Niosi

Adaptación: RCI / R. Valencia

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