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Miles de trabajadores afganos y sus familias podrían venir a Canadá

Soldados canadienses se preparan para abandonar la base de Zangabad, Afganistán, en un helicóptero del ejército canadiense, 18 de junio de 2011.

Soldados canadienses se preparan para abandonar la base de Zangabad, Afganistán, en un helicóptero del ejército canadiense, 18 de junio de 2011.

Foto: Reuters / Baz Ratner

RCI

El gobierno de Canadá dijo que ayudará a más intérpretes afganos y otros trabajadores que colaboraron con las tropas canadienses durante la guerra en Afganistán a establecerse en Canadá.

En la actualidad, esas personas corren el peligro de ser asesinadas por los talibanes, que se encuentran en pleno avance en ese país.

El 23 de julio, el ministro federal de Inmigración, Marco Mendicino, y sus colegas de gabinete anunciaron el lanzamiento de un nuevo programa de reasentamiento para intérpretes que trabajaron con las Fuerzas Armadas canadienses, además de cocineros, conductores, trabajadores de limpieza, de construcción, guardias de seguridad y personal contratado localmente en la embajada de Canadá en Afganistán, así como para sus familiares.

Durante la guerra, los intérpretes afganos trabajaron con las tropas canadienses para ponerlas en contacto con los líderes locales, traducir las conversaciones y ayudarles a ganar la confianza de la población local.

A finales de 2001, Canadá se unió a Estados Unidos tras la invasión de Afganistán. Tropas canadienses se unieron a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La guerra en Afganistán (2001-2014) ha sido la más larga de Canadá desde la guerra de Corea (1950-1953).

Considerados traidores por parte de la población afgana por haber colaborado con tropas invasoras, los traductores dijeron que viven con el temor de ser atacados o asesinados. Algunos han recibido llamadas telefónicas y cartas con amenazas de muerte o la desfiguración para ellos y sus familias.

Ahmad Malgarai trabajó como intérprete para los canadienses durante algo más de un año, en 2007. Ahora vive en Canadá, pero teme por los miembros de su familia que siguen en peligro a causa de los talibanes.

Nuestras familias se enfrentan hoy a esta amenaza y se enfrentan a este enemigo despiadado y salvaje porque elegimos servir con las fuerzas canadienses codo con codo. Pueden secuestrar a un miembro de una familia y te van a pedir que vayas a verlos. Si no, van a secuestrar a dos o tres personas más y luego van a ejecutarlas, dándote un plazo para que te presentes.
Una cita de Ahmad Malgarai, traductor afgano para las tropas canadienses.

En 2009, Canadá ofreció refugio a unos 800 intérpretes que temían por sus vidas en Afganistán, pero el programa tenía criterios restrictivos. Dos de cada tres de los afganos que solicitaron refugio fueron rechazados.

Para poder beneficiarse bajo el antiguo programa, los solicitantes afganos debían demostrar que habían trabajado para las tropas, diplomáticos o contratistas canadienses durante doce meses consecutivos entre octubre de 2007 y julio de 2011.

Esta exigencia excluía a muchos intérpretes. Canadá desplegó por primera vez tropas de sus fuerzas especiales en Afganistán en el otoño de 2001, seguidas por un grupo de combate en 2002. Los soldados canadienses estuvieron en Kabul y dos veces en la zona de Kandahar.

Los nuevos criterios para otorgar el refugio a los afganos exigen ahora demostrar una relación significativa y/o duradera de los solicitantes con el gobierno de Canadá, dijo un comunicado de prensa del gobierno.

No es una condición previa que sus familiares hayan desempeñado el mismo papel que los afganos, en parte porque ellos también han sido blanco muy deliberado de los talibanes mediante la intimidación, la violencia e incluso la muerte, dijo Mendicino.

Hemos intentado adoptar un enfoque inclusivo y de pleno reconocimiento de las contribuciones de los afganos que han ayudado a Canadá en esa región durante casi 20 años.
Una cita de Marco Mendicino, ministro federal de Inmigración.
Marco Mendicino, ministro canadiense de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, en una rueda de prensa.

Marco Mendicino, ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, en una rueda de prensa en Bathurst el 12 de julio de 2021.

Foto: Radio-Canada / Alix Villeneuve

Para el traductor afgano Ahmad Malgarai, el anuncio del gobierno canadiense le parece más bien ambiguo. No está claro. No tiene un mandato claro ni un proceso claro para que se pueda empezar a pensar o tomar ese camino, dijo.

No necesitamos palabras. Necesitamos acción porque el peligro es real.
Una cita de Ahmad Malgarai, traductor afgano para las tropas canadienses.

El gobierno de Canadá dijo que los solicitantes también tienen que cumplir otros requisitos de admisibilidad, como exámenes de salud, de antecedentes penales así como responder a criterios de seguridad. El gobierno federal afirmó que se acelerarán los plazos de tramitación.

Citando las preocupaciones en materia de privacidad y seguridad, los funcionarios del gobierno no dieron detalles sobre cómo los afganos aceptados serán evacuados, o cuándo, aunque el ministro Mendicino dijo que su departamento comenzará a procesar los casos inmediatamente.

Mendicino dijo que espera que varios miles de afganos sean elegibles para venir a establecerse en Canadá bajo el nuevo programa.

El anuncio hecho el 23 de julio se produce tras la creciente presión ejercida de parte de ex generales, veteranos, políticos y otras personas que pedían que el gobierno canadiense actúe en favor de los trabajadores afganos.

El líder conservador Erin O'Toole dijo que el gobierno debería haber hecho este anuncio hace semanas.

Los estadounidenses dejaron en claro hace meses que se irían de Afganistán, y el ascenso de los talibanes era un resultado esperado. En lugar de presentar un plan para ayudar a los heroicos intérpretes afganos, al personal de apoyo y a sus familias, los liberales de Trudeau se cruzaron de brazos y no hicieron nada, dijo O'Toole en un comunicado el viernes.

Según los conservadores, es bastante decepcionante que estos afganos que salvaron la vida de nuestros hombres y mujeres en uniforme fueran una ocurrencia tardía para el gobierno liberal.

El crítico neodemócrata en materia de defensa, el diputado federal Randall Garrison, que trabajó en Afganistán para Amnistía Internacional antes de entrar en política, también criticó al gobierno del primer ministro Justin Trudeau.

Es inconcebible que una década después todavía estemos en esta situación, dijo en un comunicado.

Estos colaboradores, que desempeñaron un papel vital, han sido abandonados durante una década sin el apoyo que necesitaban desesperadamente para encontrar seguridad en Canadá, y ellos merecen todavía más. Innumerables intérpretes y personal vital, junto con sus familias, han estado viviendo en peligro mientras los liberales daban largas al asunto, dijo Garrison.

La participación militar canadiense en la guerra en Afganistán terminó formalmente en 2014.

Fuente: CBC / C. Tunney / A. Burke / M. Brewster / RCI / Adaptación RV

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